jueves, 11 de junio de 2009

Recreación olfativa

Lo primero que respiré fue un olor suave y dulce con algunos toques de amarga traición.

Con los ojos cerrados respiré el olor de la esperanza inocente e ilusa, el olor de las doncellas encerradas en grandes castillos, el olor del dolor y de la alegría más pura. Un olor rojo, visceral... el olor del corazón y de la sangre. El olor de las mariposas y de la risa. El olor del sexo. El del dolor de la tristeza que se clava en lo más profundo del ser...

El olor del amor, de sus pétalos y sus espinas.

2 comentarios:

Dafne Laurel dijo...

¿a qué huelen las cosas que no huelen?

churri, la de la regla soy yo.

Anónimo dijo...

Hola ^^ me gusta tu forma de escribir, te sigo n_n