lunes, 9 de enero de 2012

Imperturbabilidad

Hay un francotirador en el balcón de mi subconsciente que se entretiene disparando a todas las ideas que intentan salir de él. Es un asesino despiadado que siembra mi mente de vocablos agonizantes condenados al olvido, perdidos en el lodo profundo de mi cabeza, que lo único que quieren es ser moldeados por mis labios. Dejar de ser entes abstractos sin expresión real para convertirse en materia entendible y compartible.

Pero el francotirador no tiene piedad y no para de asesinarlos.

Yo intento recoger los pedazos que me llegan para recomponer algo que pueda ser usado. Hacer salir todos los cuerpos putrefactos de las ideas disparadas que envenenan mi mente. Pero nada.

Soy el daño colateral de mi propia guerra.

5 comentarios:

Dafne Laurel dijo...

Me recuerda a algo que escribí una vez...

Ana dijo...

Eah, aquí va mi feedback. Y me siento identificada, no creas.

Jean Loumès dijo...

Te voy a hacer una critica si me lo permites, jejeje

Si he entendido bien el texto, su significado se contradice en cierta medida con su existencia misma. Porque si ese francotirador existe y si de verdad sientes tus ideas atrapadas sin forma verbal, lo cierto es que el texto tiene una poesía divina. El dia que el francotirador se marche... qué escribirás!!!!!! jajajaja Lo que quiero decir es que si que eres capaz de expresar ideas y te voy a decir (aunque no venga a cuento) como siento yo el arte ahora:

El sufrimiento está sobrevalorado. Yo tuve mi etapa de poesía deprimente, de hundirme en la miseria de la mente y dar rienda suelta a palabras de poeta sufridor. Pero mi propia poesía me llevó a nuevas conclusiones: si de verdad era tan triste y todo mi sufrimiento o mis odeas revueltas me llevaban al desarrollo de mi obra poética, y ésta es motivo de mi felicidad y mi expresión artística... anda! no estaba triste xD

Quiero decir que el poeta o el artista sufridor, que vuelta sus retorcidas marañas de la mente en un arte metafórico y retorcido (otra vez) estaba bien para los poetas y músicos románticos del s. XIX. Pero me repito: el sufrimiento está sobrevalorado. Me da pena que solo escribas esta clase de cosas, que todo sea "catástrofe", "subconsciente", "condena", "olvido", "agonizante"... cuando a veces no todo tiene que enmascararse en una belleza metafórica. El arte puede ser evidente, puede ser sencillo y puede ser muy alegre :)


Es mi visión, para que la sepas, jajajaja A la crítica y a toda esta parrafada no le hagas caso porque si hay una sola verdad absoluta, es que lo que pasa en la mente de un artista solo puede alcanzar a comprenderlo el artista mismo, y yo no puedo decirte nada al respecto, porque eres tú mismo y tu cabeza. Todo esto, aunque parezca que no, es un gran elogio que te hago, porque eres un artista grande y por eso hago sociedad contigo ;)


Un abrazo!!!!!!!!!!!!!

Universos infinitos dijo...

No hombre, no todo lo que escribo es triste y deprimente, tengo algunos textos romanticos... algunos tiene que haber, dos o tres...
Sí mira:

http://universos-infinitos.blogspot.com/2009/05/tu.html

http://universos-infinitos.blogspot.com/2009/04/lo-unico-que-quiero.html

http://universos-infinitos.blogspot.com/2009/06/recreacion-olfativa.html

Y hay solo una cosa que quiero comentar de tu crítica constructiva (que me ha encantado): El arte puede ser evidente pero a mi no me gusta. Yo soy rebuscado y romántico (s.XIX). He nacido en la época equivocada...

Jean Loumès dijo...

Weno, todos los textos que me has puesto hablan de amor, y no me refiero solo a eso. De echo se suele confundir bastante a menudo el término "romántico", porque siempre solemos aplicarlo a su significado amoroso (no sé cómo decirlo) No me refiero a que la temática de los textos sea siempre depresiva, sino al modo de escribirlos. Los que me has puesto que hablan de amor (no en sentido trágico sino con final feliz) están escritos de la misma forma.

Sé que no te gusta lo sencillo, que eres rebuscado y romántico y eso no lo puedo cambiar. Pero sí quiero que tengas presente que algunas veces uno se tiene que preguntar a sí mismo el porqué de todas las cosas y eso incluye nuestras representaciones artísticas. Yo me lo pregunto a menudo: a veces me tengo que preguntar ¿por qué esta metáfora? ¿por qué no puedo decirlo sencillo? y otras veces me pregunto "es demasiado evidente, ¿por qué no lo enmascaro en la retórica?" Y las dos formas de pensar siempre encuentran respuesta en lo mismo: depende siempre de nuestra intención, de la estética que queramos ofrecer y de nuestro gusto, pero también de lo que el poema, el dibujo o la pieza musical piden por sí mismas--> la búsqueda del sentido estético a veces se escapa de nuestras propias preferencias, porque la obra de arte es ser vivo y tiene unas necesidades. A veces hay obras a las que le sobran cosas y otras a las que les falta. Saber descifrar esas necesidades es lo que da coherencia y valor a las grandes obras de arte de la historia.

Por eso la única intención que tenía mi crítica era que tengas presente siempre la pregunta y que a veces la obra no necesita ser metafórica o, por el contrario evidente, ni siempre tiene que ser romántica o por el contrario contemporánea. A ti te puede gustar el estilo que te guste, pero has nacido en la época en la que has nacido y tienes la suerte y el derecho de poder usar el estilo y la forma de la época que quieras (incluída la tuya) según lo que quieras transmitir; por eso la pregunta siempre está presente.


Un abrazo!!!